Lecciones de Silicon Valley para Chile
Desgraciadamente es prácticamente imposible que en algún lugar de Chile repliquemos en plenitud lo que existe en Silicon Valley en Estados Unidos...
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Luis Hernán Paúl
Desgraciadamente es prácticamente imposible que en algún lugar de Chile repliquemos en plenitud lo que existe en Silicon Valley en Estados Unidos, pero sí podemos tratar de extraer algunas lecciones sobre la forma como se han formado allá miles de empresas en los últimos 40 años, algunas de las cuales han sido muy exitosas. Tal es el caso de empresas como Apple, Oracle, Intel, Google, Facebook y Yahoo, entre muchas otras.
Para mi fortuna, me ha tocado realizar dos visitas a Silicon Valley en los últimos años. En la primera, formando parte de una delegación oficial Chilena, tuve la oportunidad de visitar algunas de las empresas más conocidas y formarme una opinión sobre el proceso que han seguido las compañías que uno podría calificar como que les ha ido bien. En la segunda visita fui con mi familia y gracias a que tengo un amigo americano que es gerente general de una compañía que está todavía en la etapa de ver si logra salir adelante con un nuevo producto, me tocó conocer la otra cara de la moneda. Me refiero a la de las empresas que todavía no han logrado éxito, la mayoría de las cuales, tal como las estadísticas lo indican, van a fracasar, y sólo una minoría van a prosperar.
De ambas experiencias rescato varias lecciones que presento a continuación.
La primera es la diferente actitud que existe allá frente a las empresas que fracasan en el intento de desarrollar un nuevo negocio. Esta situación se da muy frecuentemente en Silicon Valley porque las estadísticas muestran que en promedio no logran éxito finalmente cerca de nueve de cada diez empresas nuevas que se forman. Incluso mas, allá se considera valiosa la experiencia de haber trabajado en una empresa que fracasó, sobre todo si se hizo el máximo esfuerzo para sacarla adelante. Evidentemente también fortalece mucho el currículum de una persona el haber trabajado en una empresa que logró el éxito.
Coherente con lo anterior, las empresas, mientras no logran éxito, pagan a su personal clave sueldos fijos muy bajos y les entregan, eso si, una gran cantidad de “stock options” (derechos a comprar acciones de la empresa a precios bajos si ésta llega a ser exitosa). En consecuencia, cuando los resultados andan muy bien, hay varios ejecutivos que literalmente se hacen ricos. En Chile en los últimos años se han entregado “stock options” en varias empresas, pero de trata fundamentalmente de compañías abiertas en bolsa y no es una práctica tan común utilizar este tipo de compensación en las empresas nacientes.
Otro aspecto a destacar tiene relación con el financiamiento en etapas que reciben las empresas nacientes. Lo normal es que se les entregue financiamiento vía aportes de capital propio y/o de títulos de cuasi capital o deuda de inversionistas institucionales (fundamentalmente fondos de de capital de riesgo) en montos suficientes para operar durante periodos relativamente limitados de tiempo (1 a 2 años como máximo) y si logran resultados prometedores salir a buscar financiamiento adicional para la siguiente etapa.
Por último también merece destacarse la fuerte relación que existe entre las mejores universidades norteamericanas y las empresas nacientes. Específicamente Silicon Valley pudo desarrollarse en parte gracias a la cercanía y relación que ha mantenido por largos años con Stanford University y Berkeley. Esta relación se refleja no sólo en el hecho que muchas de las empresas nacientes son fundadas por alumnos, egresados y profesores de estas universidades sino que también en la formación que reciben sus alumnos, la cual se preocupa especialmente de entregar las herramientas necesarias a los alumnos que les motiva el emprendimiento empresarial. En Chile, en cambio, la formación que recibimos en las facultades de ingeniería civil, industrial y comercial en la mayoría de las universidades se preocupa principalmente de entregarnos las herramientas requeridas para desempeñarnos debidamente en empresas tradicionales y es reducida la preparación que recibimos para el desarrollo de nuevos negocios.
En el último tiempo se han implementado en nuestro país diversas iniciativas tendientes a facilitar el financiamiento de las empresas nacientes. Quizás ahora es el momento para complementar este esfuerzo con iniciativas orientadas a fortalecer el capital humano requerido para lograr éxito en el emprendimiento empresarial.